sábado, 11 de febrero de 2012

Casa Curutchet


A fines de 1948 el médico cirujano Pedro Curutchet le escribe a Le Corbusier encomendándole el proyecto de su vivienda particular, en un pequeño lote de 9m por 20 m de fondo, entre medianeras, con una excepcional ubicación, frente a una amplia y verde avenida y una plaza vinculada al Bosque de la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. 

Acordados los términos de la relación contractual comienza la elaboración del anteproyecto en febrero de 1949, bajo el siguiente programa de residencia para el doctor, su mujer, sus dos hijas y consultorio médico: para la vivienda: estar comedor, cocina, dos habitaciones, dos baños, escritorio o habitación de huéspedes, departamento para los domésticos, garage y lavadero. 

Para la clínica: sala de espera, gabinete de consulta y habitación para internación. 

A fines de 1949 da comienzo la obra bajo la Dirección Técnica del Arquitecto argentino Amancio Williams, sugerido al Dr. Curutchet, entre otros, por Le Corbusier. 

Durante el proceso de proyecto, Williams propone algunas modificaciones a Le Corbusier, 
y éste las acepta, tales como invertir el sentido de la escalera eliminando el tramo que avanza sobre el hall y transforma el muro que cerraba este último en un plano enteramente vidriado. Williams gestiona y obtiene la aprobación de la unicipalidad de La Plata para la utilización de dimensiones surgidas del Modulor no contempladas en el Código de Edificación, como la altura de 2,26m para los locales. 
Durante el transcurso de la obra se deteriora la relación entre el Dr. Curutchet y el Arq. Williams por lo que, en septiembre de 1951, este último renuncia asuminedo la dirección Técnica el Arq. Simón Ungar, y duspués el Ing. Alberto Valdés. la obra se termina en el año 1955.

En el lenguaje formal de esta obra vivienda-consulturio podemos advertir que se conjugan tres de los variados criterios compositivos en la filosofía proyectual de LC, los cuales, podríamos llamarlos influencias, por las cuales, se sintió de algún modo atraído resultándole atractivos a la hora de proyectar y construir. Se trata de las formas puras en la volumetría arquitectónica, la blanca arquitectura del Mediterráneo y la estética maquinista. Con este repertorio formal y sus detalles favoritos, LC resuelve magistralmente en un perfecto ensamble los tres lenguajes por su modo de re- elaboración. En esta elaboración, precisamente, radica el compromiso que siente LC como arquitecto en la creación de un nuevo y propio lenguaje, el cual, naturalmente se apoya en la evolución teconológica.
En la casa Curutchet, encontramos varios de los signos del lenguaje arquitectónico, con su respectiva función y valor semántico, empleados por LC en la mayoría de sus obras. Además de las cinco “vocales” básicas, pilotis, planta libre, ventana horizontal continua ο fenêtre en longeur, terraza jardín y fachada libre, encontramos también muros curvos y luz cenital (en los baños), puertas pivotantes, brise soleils, rampa, escalera abierta, muro neutralizante  y espacios de doble altura.    




Podríamos afirmar, que el resultado espacial de esta obra se logra a partir de un sincero y amplio diálogo de opuestos en convivencia perfecta entre sí como: la Matemática y la Percepción, la Razón (lo objetivo) y la Experiencia Psicólogica (lo subjetivo), la Geometria y la Irregularidad Plástica, la Restricción y la Libertad, la Unidad (armado-ensamble) y la Rotura (desmaterialización y despegue), el Lleno y el Vacio, lo Opaco y lo Transparente, la Luminosidad y la Penumbra, lo Abierto y lo Cerrado, el Orden estructural y la Variedad Visual, la Ortogonalidad y la Oblicuidad, el Dinamismo y la Estaticidad, lo Real y lo Virtual, lo Expreso y lo Fenoménico.
La situación topográfica del terreno de menos de 200 metros cuadrados de superficie (8) y con tres medianeras,  donde se implanta la Casa Curutchet, tiene como característica principal, como hemos dicho anteriormente, la apertura a dos plazas y al bosque. Aparte de considerar que para esta obra el espacio exterior se torna realmente como un imán visual, ya que, desde cualquier parte de la casa se vuelve de algún modo hacia él, podemos señalar como respuesta directa a ello tres situaciones principales de relación Interior-Exterior. Estas se manifiestan más notoriamente, en tres niveles diferentes. La primera en el nivel de ingreso, la segunda en el nivel del Consultorio y la tercera en el nivel de la Vivienda.
El mensaje más importante que obtenemos de esta brillante composición arquitectónica, a partir de, las relaciones espaciales entre el interior y el exterior, es el de responder a las necesidades de orden psicológico-espirituales, además de las eminentemente materiales, técnicas y funcionales.
Fuentes: http://www.laplatavive.com/atracciones/curutchet.asp






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